Conferencia inaugural sobre la 3ª edad. Por Benito José Durán (Pepe)
En primer lugar agradecer a la Asociación de vecinos
de Can Baró, la deferencia que ha tenido para invitarme a la presentación de
las segundas jornadas sobre la tercera edad consistente en un ciclo de
actividades en las que reflexionará sobre distintos aspectos sociales y
emocionales en esta etapa vital.
Las Segundas Jornadas de las personas
mayores y no tan mayores tendrán lugar del 15 de febrero al 1 de marzo, en
distintos espacios del barrio, sin coste alguno y siempre a las 19 horas.
También agradecer a todos y todas las
asistentes bien por sentirse incluidos en este grupo o bien por sentirse sensibilizados
con la problemática de este sector de la sociedad.
Qué entendemos por la 3ª edad o las personas
mayores.
Supongo que se entiende como la etapa
posterior a la edad laboral, cuando la persona deja de ser activa laboral y
socialmente, para pasar a un estatus de cierta dependencia,
Dependencia económica (pensión) de la que
dependemos, sin tener la capacidad de modificar sus condiciones, estas
modificaciones están en manos de políticos que son los que deciden si las
reducen, las congelan o las aumentan, caso que no se viene dando desde hace
mucho tiempo y cuando se aumentan, generalmente es por debajo del IPC.
Nos parece increíble que esta situación se
esté dando teniendo en cuenta que las pensiones las hemos ido ahorrando a lo
largo de la vida laboral, a través de impuestos, retenciones, etc.
Dependencia de salud, a medida que la edad
avanza son mayores las necesidades de servicios de salud que también hemos ido
financiando a lo largo de nuestra vida laboral, y que ahora que es cuando más
lo necesitamos nos imponen el copago o repago, las listas de espera, etc. Con
el agravante de que nos quieren convencer que la inviabilidad del sistema público
de salud es debido al excesivo abuso de medicamentos que los pensionistas consumimos
por vicio. Para evitar esto nos responden con la retirada de medicamentos que
en muchísimos casos son necesarios y los tiene que financiar el pensionista.
Dependencia emocional.
Es frecuente que las personas incluidas en
este sector social sentimos que hemos dejado de ser importantes en nuestro
entorno familiar y social, es decir hemos dejado de ser la referencia en cuanto
a criterios, al sustento económico, para pasar a ser un elemento en la familia
que puede ser contemplado como un estorbo.
Esta situación de deterioro permanente nos puede
conducir a considerarnos por nosotros mismos, como personas de muy poco valor
social, con una baja autoestima, que nos puede llevar hacia el abandono de
costumbres y actividades que en otros momentos nos hacían sentirnos personas, personas
relevantes.
Esta degradación personal nos puede llevar
hacia la tristeza y la depresión, hacia un estado de malestar e insatisfacción
que deteriorará cada vez más y con más intensidad las relaciones familiares y
sociales aumentando el desequilibrio emocional tan necesario para desarrollar
una vida plena.
La realidad social que estamos viviendo, se
ha empeñado en desmontar estas teorías y reflexiones, en los múltiplex casos de
pensionistas que deben seguir haciéndose cargo de la manutención y domicilio de
hijos casados, con cónyuge, nietos incluidos. Cuantos y cuantas personas en
estas condiciones han de hacerse cargo del cuidado de sus nietos para que sus
padres puedan trabajar los dos durante jornadas inacabables, por unos salarios
de verdadera miseria.
En no pocos casos y si tenemos en cuenta la
condición de mujer en la tercera edad que en muchos casos carece de pensión de
jubilación ya que su vida activa ha estado dedicada exclusivamente al cuidado
de la familia, padres, hijos, y en muchos casos de personas enfermas sin tener
la posibilidad de acceder al mundo laboral y como consecuencia no contar con una
pensión por jubilación.
Esta persona en muchos casos se ve en la
necesidad de continuar su tarea de cuidadora familiar mientras sus fuerzas le
respondan para pasar a alojarse en una residencia social donde terminará su
vida, con la sensación de haber sido abandonada en los momentos que ella ha
necesitado algo del entorno familiar.
No siempre se llega a estas situaciones
verdaderamente lamentables, lo cual no quiere decir que no existan.
Los malos tratos:
No son pocos los casos en que las personas
que se encuentran en esta etapa de la vida se ven sometidas a malos tratos por
parte de familiares, cónyuge etc. Situaciones que además de ser insoportables
para la persona que los sufre, se añaden la dificultad y el miedo a comunicar
esta situación a amigos, familiares, autoridades etc.
Esta situación puede llegar Hasta tal extremo
que la VICTIMA se llega a sentir culpable de esos malos tratos, intentando
comprender a sus agresores y buscando disculpas para ellos. Las personas que se
ven en situaciones semejantes su vida se convierte en un verdadero drama, donde
el miedo, la incomprensión el aislamiento y la decepción conducen a la persona
a un deterioro que le impide tomar ningún tipo de decisión. Quizás este sea uno
de los casos en los que solo a través de la ayuda externa, denuncia,
intervención de servicios sociales o especializados puedan resolver estas
situaciones dramáticas
A lo largo de estos 15 días tendrá lugar a
las 7 de la tarde, siempre en las instalaciones del barrio, una serie de
actividades, charlas y reflexiones sobre los distintos aspectos que afectan a
la tercera edad. Considero importantísimo asistir a estas actividades que nos
pueden aportar cambios importantes en nuestro propio ser:
El hecho de compartir inquietudes, problemas,
necesidades etc. Con personas semejantes nos va llevar a tener la sensación de:
No estar
solos,
Darnos cuenta
que nuestro problema es mucho más frecuente que lo que nos habíamos
pensado en nuestra soledad.
Esto nos hará
sentirnos mucho mejor,
Que somos
personas normales,
Que necesitamos
compartir con nuestros semejantes nuestros propios problemas.
También sentiremos que otras personas en
situaciones semejantes a la nuestra han solucionado su problema de una
determinada manera y aquello que hasta ahora se nos presentaba como imposible
ahora hemos podido comprobar que hay ayudas tanto en los servicios sociales
como en las nuevas oportunidades que nos ofrece la participación en grupos,
actividades, y jornadas en las que coincidiremos con otras personas en
situaciones semejantes.
Esto influye en nuestra propia valoración (autoestima),
en nuestras herramientas y habilidades sociales para resolver problemas y
conflictos que hasta ahora no nos sentíamos, y en muchos casos lo hemos estado
aceptando como fatalidades del destino
Si de nuestras actividades grupales, somos
capaces de mejorar el servicio deI Bus del barrio, nos acompañará la sensación
de que Juntos podemos realizar actividades encaminadas a mejorar nuestra propia
valoración personal.
Esta sensación nos dará la fuerza necesaria
para abordar nuevos objetivos.
Para seguir luchando por una vida mejor, con
ilusión y proyección de futuro.
Espero no haberme extendido demasiado y deseo
de todo corazón que estas segundas jornadas de la tercera edad sirvan para
mantener la ilusión y el espíritu de lucha que todas las personas llevamos
dentro.
Muchísimas gracias.
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